martes, 28 de julio de 2009

Los Ángeles!

28 julio de 2009
San Diego – Los Angeles
Distancia Recorrida:
298km

Total: 12901km
Clima: Sol


Al salir de San Diego, por una cuestión más de querer desenvolverme un poco con el inglés que por razones de costo (que también es notoria), decidí que no me voy a quedar más en hoteles, entre hostales y campings conozco gente, escucho el inglés y sobretodo, intento conversar.
Salí de San Diego por la Freeway, muy cauteloso a ver más o menos como va el manejo para adaptarme. Van rápido, debes usar las señales de cruce para cambiarte de carril y en las calles si dice “Stop”, debes detenerte a cero aunque no haya vehículo y luego continuar. Una patrulla se puso detrás un buen rato en la autopista, pero luego se me puso al lado hizo un gesto como saludando y continuó, creo que le intrigaba más ver de donde era que vigilarme, pero igual, si me equivoco acá no es que perdonen mucho.
Al llegar a Los Ángeles, fui directo a los tres concesionarios que había encontrado en la ruta para poner los cauchos nuevos, pero no pude. Dos estaban cerrados y el tercero no tenía, así que me dirigí a mi respectivo recorrido por la costa y Hollywood. En mi primer hostel conocí a Laura y Ángela, dos españolas que se hospedan en la misma habitación y me llamó la atención que iban a visitar Universal Studios, así que les pedí a ver si podía ir con ellas. Que me iba a imaginar yo planificando este viaje que iba a ir a un parque tematico!
El día lunes deje esa moto parada sin ni siquiera verla ni preocuparme por llantas o cualquier otra cosa relacionada a ella. Nos fuimos bien temprano en el autobús y en el metro y llegamos a Universal. Todo el día estuvimos de actividades con las atracciones del parque, simplemente impresionantes. Hicimos inclusive un recorrido por los estudios de grabación de las series y de las películas. Al llegar la noche ya no valíamos un centavo y el frío comenzaba a pegar muy fuerte, así que pizza y al hostel, al cual llegamos a las 11:00pm.

Para el momento de escribir esta bitácora, ya pude solventar el remplazo de las llantas, cambio de aceite y lo de mi cámara fotográfica. Voy a tratar de ganar un poco de tiempo, acá abajo está frio así que arriba debe estar un poco más. Mañana a San Francisco bien temprano por una de las rutas más escénicas de USA, la Highway 1 del Pacífico.













domingo, 26 de julio de 2009

I Don’t Speak English!

25 julio de 2009
Ensenada(MEX) – San Diego (USA)
Distancia Recorrida:
217km

Total: 12603km
Clima: Sol



Esta gente está demasiado pasada de atenta conmigo. Sumo, sumo y es demasiado lo que hay que agradecer y ojalá me den la oportunidad de atenderlos en mi país tal como lo estamos coordinando para la Serie del Caribe. Llegué a Ensenada y ya Rodolfo había reservado hotel, de manera que no había mucho en que pensar más que salir a conversar y beber algo por la tarde.

Fuimos a una cantina llamada Hussong’s, que funciona en el lugar desde 1892, así que me sentía como en “Volver al Futuro”, luego de eso fuimos a cenar mientras disfrutábamos con varios amigos más del atardecer del pacífico, otra vez, degustando buena comida y unos vinos excelentes hechos acá en Ensenada.

El día de hoy hicimos un tour corto por las vinícolas antes de ir a Frontera con USA, donde salí obsequiado con un excelente libro de la historia del vino en México. Luego vía Frontera, no es de extrañar que no estuviera nervioso, ya que con la compañía de Rodolfo que iba en su moto a reunirse acá en San Diego con su familia, me sentia mucho mas seguro, de hecho conoce donde esta aduana, como hacer en la cola, etc. Del lado de México sin problemas, muy amables igual que en Chiapas, en cuestión de minutos eso estaba listo.

Una larga cola de vehículos para ingresar por frontera, pero muchas casetas. Parece un peaje, no hay ni que bajarse del vehículo. El funcionario de inmigración, ¡más pana y se viene conmigo! Ni siquiera me sellaron el pasaporte, please go ahead, welcome and enjoy your trip!

Con Rodolfo fuimos de inmediato a ver si cambiábamos las llantas, pero no se pudo, ya era muy tarde. La tienda era tan grande, que yo parecía muchachito en Disney. Compré casco nuevo, camisa de cross y unos lentes, así que mañana estreno nueva pinta! ¿Las llantas? Pues no sé, ya llevan más de 14000km, aún no se le ve la malla de acero, vamos a ver si aguantan hasta San Francisco.

Lo de Mexico es un hasta luego, no hay nostalgias por irme. Debo volver y decidi hacer algo en mi viaje que me obliga a hacerlo. Gracias de por vida a todos los que de alguna u otra forma se involucraron conmigo dejandome excelentes recuerdos.

Cambio de sistema GPS por millas.

Barbacoa de Loco!


Otra mas del Juancito!!!

sábado, 25 de julio de 2009

Ensenada!

23 – 24 julio de 2009
Guerrero Negro – Ensenada
Distancia Recorrida:
440/627 1067km
Total: 12386km
Clima: Sol



Llegada a Ensenada luego de rodar por varios kilómetros durante dos días. En algunos tramos del pacífico, algunas rectas que junto a la fuerte brisa hacen que la conducción sea incómoda y se haga muy lento el viaje. Esta vez me tocó atravesar La Cuesta del Infierno y aunque mucho más corto que el Espinazo del Diablo, igual tiene su toque de riesgo al ascender por un camino de altos precipicios.
Revisión militar en varios puntos de la ruta aunque muy amables, por eso, aunque causa cierto retraso no me ha incomodado mostrar lo que hay en la moto, ellos igual están llevando todo el sol encima y de paso están trabajando.
Por varios kilómetros, se atraviesa por el Valle de los Cirios, un lugar desértico pero lleno de vida endémica en diferentes escenarios que cambian radicalmente por tramos, eso hace que uno se relaje un poco la vista y disfrute mientras conduce.
Al llegar a Ensenada llamé inmediatamente a Rodolfo de la Vega (amigo de Los Mochis), quien me esperaba para encontrarnos y cruzar la frontera juntos hacia los Estados Unidos. Se vino en su Honda GoldWing y estoy seguro que vamos a disfrutar mucho rodar juntos el día de mañana. El tiene casa en San Diego, llegaremos directo a cambiar los neumáticos de la moto, reemplazar mi casco que se me cayó y se rompió y tratar de reparar la cámara. El domingo por recomendación, partiría rumbo al norte, tratando de aprovechar ese día para travesar Los Ángeles que tiene un tráfico infernal los días de semana.
Llevo dos noches durmiendo mal, mi cuerpo tampoco se adapta aun al cambio horario y en los próximos 2 o 3 días, no creo que vaya a poder quedarme a descansar en algún lugar (al menos un día).

jueves, 23 de julio de 2009

Baja California!

20 – 22 julio de 2009
Los Mochis – Baja California
Distancia Recorrida:
726km
Distancia Off-Road: 412km
Total: 11319km
Clima: Sol



Esta bitácora se la dedico a mis hermanos Jose Luis Presa, Rodolfo Zambrano y Juán Rodriguez, que tanto me insistieron que hiciera…


Al llegar al Baja Ferry y entrar en el estacionamiento, observé un grupo de moteros ya haciendo los amarres de las motos y eso me alegró ya que no estaría tan solo. Al llegar me dicen: “¿Eres el venezolano?, te estábamos esperando”. Alguien en Los Mochis les comentó que yo iba en ese mismo Ferry, así que me integré a ellos rápidamente.
Al llegar al patio superior del barco, lugar donde se acomodan los enamorados a ver el mar y las estrellas o los indigentes “colchoneta en mano” como nosotros que no conseguimos camarote, nos conocimos mejor. Son un grupo llamado “Touaregs” con integrantes de varios estados y van a hacer un recorrido Off-Road por varios lugares. Reviso con ellos el mapa mientras me invitan a acompañarlos, pero yo recorrería el sur hacia Cabo San Lucas y ellos al norte.
Al llegar a La Paz, y tardarnos casi 2 horas en salir del ferry y pasar por la revisión militar, los acompañé a una tienda de motos, ya que necesitaban hacer servicio a una moto y tener la dicha de cambiar sus llantas, pero yo tuve que seguir luego de desayunar porque mi recorrido era largo aún.
Camino de costa interesante, calor insoportable, más pueblos pintorescos y llegar a San Lucas que no me gustó y a San José del Cabo que tampoco me gustó. Son pueblos buenos para vacacionar con unos paisajes únicos, pero no era lo que quería, también porque llevaba en mente lo que estos panas iban a hacer.
La cosa está buena acá en México, ahora me consigo los amigos por la calle, como en Venezuela. Al llegar a un semáforo temprano en la mañana, me alcanza un carro y el pana Tito Navarro me pega un grito que de vaina me tumba de la moto del susto. Nos orillamos para saludarnos y entre tantas cosas le comentó mi descontento. Me preguntó que quería hacer, conocer pueblos o algo de “terracería” y me aconseja que me vaya a la costa y que suba por toda ella hasta La Paz. Como el camino es mucha arena hizo unas llamadas a ver si alguien tenía una llanta de cross aunque fuera a media vida, pero nada.
Igual le dije que me dejara en la salida que me llevara a la costa, era más el fastidio de rodar otra vez por carretera y querer hacer algo diferente, que no tener llanta. Me ofreció su número telefónico por si acaso algo pasara y listo me fui para mi costa.
Al entrar, un camino largo y recto de tierra con mucha piedra suelta me da la bienvenida. Tener precaución con la llanta sería una constante que me acompañaría a partir de ese momento, pero estaba convencido de querer estar ahí. En una de esas zonas irregulares, busco sacar la moto hacia la orilla de la carretera y me doy cuenta que es arena. Para los que no sepan mucho de esto, la arena siempre es un tema porque hace perder mucho el control de la moto.
La moto iba bien, pero no estaba dócil adelante, por el contrario, se me dormían las manos tratando de mantenerla, pero era mejor que ir por el camino de piedras, hasta que en una de esas que uno se detiene a descansar, me acuerdo que tengo bien alta la presión de los cauchos. Decido bajar un poco el delantero, dejando el de atrás igual.
Lo que pasó después de eso no sé cómo describirlo, El Angel literalmente flotaba en la arena y mientras más rápido iba, más seguro me sentía sin importar que tan suelta estuviese la arena. Eso sí, no había tiempo de pensar en nada más que en la vía ya que la concentración debía ser absoluta. Todo un camino bordeando la costa azul y transparente del Mar de Cortés entre casas y hoteles de playa, iba demasiado inspirado.
Al llegar de nuevo a La Paz, me voy directo a la tienda de motos en donde me había despedido de mis amigos, para lubricar la cadena ya que me había atascado en un arenal pero tan profundo que el caucho casi no se veía. Les pregunto por el otro camino y me dicen que está un poco rudo y que con esas llantas me va a costar mucho ya que no hace mucho hicieron la carrera BAJA (Dos Mares) y la vía quedó con mucha piedra suelta sobretodo en algunas subidas. Definitivamente no quería saber nada de hotel, me metería a ver que tal y si se ponía muy rudo, acamparía y me regresaría.
Puse gasolina y salí huyendo del pueblo aprovechando el ímpetu que tenía, contando con que en un pueblo llamado San Juan de la Costa encontraría agua y algo de comer. Al llegar, luego de 80km de rodar, me doy cuenta que no es ningún pueblo, es una ciudad industrial llena de gandolas, es decir, solo me quedaba mi botella de agua.

Apenas entro, un cañón impresionante justo al lado de la costa me da la bienvenida y menos mal que los locos así como yo somos pocos. Iba rodando y un segundo conejo se me atravesaba en la vía, con el primero me asusté porque casi le doy por error, pero con este pensé en LA CENA! mientras enfilaba la moto para atropellarlo y ver como igual se me escapaba!
Sin agua ya, llego a un supuesto abasto en mitad de la nada, con el poniente atrás del cañón diciéndome que era hora de buscar un lugar en ese “nido de cascabeles” donde dormir. Pregunto por agua y el viejo se ríe mientras abre la nevera y me pregunta qué quiero. Toda la nevera estaba llena hasta el tope solo de cerveza, así que pedí tres de una vez de la sed que tenía, dos de una y la tercera para charlar.
Mientras pregunto si me puedo quedar a dormir allí, el amigo Fabián se acerca y me dice que es subgerente de una finca camaronera a unos 5km más adelante, que me acerque ahí, pida agua para poder bañarme y lugar donde dormir. Esa noche cené tacos, me bañé, dormí en un catre hecho de un saco de fibra en la barraca de los obreros, que no dejaban de preguntar si necesitaba algo mientras conversábamos de mi aventura. Entrada la noche, tenía algo de calor así que saqué el catre y dormí junto al Angel bajo las estrellas, es decir, justo el hotel que no quería!
Al día siguiente agarré buena vibra aventurera y decidí continuar. Al llegar a las subidas me paraba antes, trazaba la ruta mental y le daba de un solo envión hasta arriba. Las maletas llevaron dos golpes al recostar de los cerros y lo que se oía era el protector del motor llevando más piedras que una iguana en mayo. Me caí tres veces, pero las maletas ayudaban, porque la moto quedaba recostada y no caía por completo. Según las indicaciones, solo debía seguir la ruta de la competencia, unos listones rosados.
Luego de eso estaba arriba del cañón, no lo podía creer. La costa se veía abajo. Ahora solo necesitaba algún lugar donde tomarme algo. El garrafón de agua que conseguí, estaba hirviendo y una amplia carretera me incitaba a correr para celebrar. La Virgen de Guadalupe iba adelante quitando piedras rompellantas, El Angel y yo atrás a 110km/h y todos oyendo Rammstein. Al final del día estaba lleno de polvo desde las pestañas a las botas y olía a perro chiquito, por lo tanto estaba feliz.




Siempre hay 2 caminos!

15 – 19 julio de 2009
Mazatlán – Los Mochis
Distancia Recorrida:
439km

Total: 10593km
Clima: Sol


A lo mejor los relatos de una aventura como esta, deberían constantemente ser de acción en moto, averías, velocidad, llegar de un lugar a otro con mucha riesgo, pero pasan cosas a veces más allá de cada día de “rodar”, que definitivamente son las que le dan todo el sentido al viaje y que no quiero ignorar por amor propio a lo que estoy haciendo.

Esta es una de las bitácora más difícil que he tenido que escribir en todo el viaje. Debo resumir que hace alrededor de un mes, recibí un mail por la página de la BBC de un motero (Tony) que desde Sinaloa, me invitaba a conocernos si parte de mi ruta iba a ser por ese Estado. Yo ni siquiera sabía cual era mi ruta en México, más allá de cuatro ruinas y dos playas.

Luego de la experiencia en Teotihuacán, decidí que sí, que haría contacto con Tony para vernos en Los Mochis ya que por “rara” coincidencia, el Sr. Ángel (Teotihuacán) puso ese punto como el último del trayecto para que decidiera que camino quería escoger hacia el norte para hacer frontera y la técnica que he hecho de planificar con la gente de cada lugar los recorridos posteriores, ha dado muy buenos resultados. Digo “rara” porque en ese momento yo ni me acordé de ese mail.
Luego de la carretera más “X” que haya hecho en todo el viaje y de haber dormido en el suelo de otro hotel la noche anterior por lo asqueroso del lugar, llego al hotel Sta. Anita (cinco estrellas) y debo reconocer que cuando observé aquello me sorprendí. Ahí me esperaban Tony, Rodolfo y Ricardo. Pidieron un botones para que cargara mis maletas (primera vez en todo el viaje), y fuimos a almorzar al restaurante del mismo hotel.
Lo que más me ha costado no es escribir todo esto, es resumir el original que escribí -algunos de los que he publicado, son resúmenes-. Ojalá Dios me de la dicha de haber aprendido que por más dinero que se pueda tener en la vida, lo más importante se lleva dentro de la caja toráxica. La clase se les salió, pero no por demostrar todo lo que tienen sino por todo lo que valen.
¿El resumen? Me recibieron sin ni siquiera conocerme y planificaron toda una logística de recibimiento, me hospedaron en el mejor hotel de la ciudad por tres días, me pasearon en yate para esperar el atardecer, me agasajaron con una cena en el muelle preparada por uno de ellos, me despojaron de la moto y la llevaron a la Yamaha y también le pusieron gasolina, no me dejaron solo en ningún momento, me entrevistaron en el noticiero de radio “Línea Directa”, salí en el periódico “El Debate” por lo que todo el pueblo ya me conocía (hasta en las estaciones de servicio),hicimos un recorrido culinario muy extenso, me llevaron a comprar el boleto de ferry para Baja y me dieron una clave para que me dieran descuento, disfrutamos conciertos hasta muy temprano en la madrugada y me dijeron impositivamente “te lo llevas” del DVD que más me gusto, vinos, piscina, ron, me cambiaron la ruta en el mapa de México y USA, salimos a pasear el domingo y manejé un BMW Adventour todo el camino de ida, nos paró la policía por exceso de velocidad y lo celebramos con helado cagados de risa, conocí el pueblo donde nació la historia del Zorro, me regalaron un habano para que me lo fume en Alaska y otro para el día de mi cumpleaños, me hicieron formar parte de su vida por 3 días, me llevaron al ferry para que no me perdiera, me escribieron luego para preguntar que todo estuviera bien y me dieron las gracias por ellos, haber sido “parte de mi película”. Con protagonistas así como los que me han tocado en todo México, en esa película, ya voy como por jefe de utilería.
Protagonistas:
José António “Tony” Gutiérrez Román (Mi amigo el cardiólogo-político)
Ricardo Balderrama Borques (Hotel Sta. Anita)
Rodolfo de la Vega (Dueño de la Yamaha XT660R que me llevé, mientras se consuela con la BMW 1200 Adventour que le dejé)
Francisco “Paco” Casillas (Llama diariamente para salir 2 veces a la semana a pasear en moto)
Jose Luis Weong Cosaín (Licho… Presidente, secretario, tesorero y sobretodo CHEF Oficial de nuestra asociación “No somos nada…”)
Antonio “Tito” Navarro (el más antiguo del grupo manejando moto)
Eleazar Madrid (YamaMochis… que obsequió el servicio)
Ray Bórquez (RB MotorSports… nitrógeno a las llantas a ver hasta cuanto aguantan)

jueves, 16 de julio de 2009

El Espinazo del Diablo!

15 julio de 2009
Durango – Mazatlán
Distancia Recorrida:
326km - Total: 10154km
Clima: Sol







¿Por qué en moto?
Porque si hace frio o calor al extremo, lo vas a sentir…
Porque si llueve, te vas a mojar…
Porque si hace sol, te va a quemar desde todos lados…

Porque al salir en la mañana puedes sentir el frio en la brisa, y esperar con ansias el sol para que caliente. Y mientras esperas, puedes pararte a mitad de la nada, en un único restaurant en la vía a pedir un desayuno a una gente muy humilde. Aclararle que lo prepare con calma mientras engrasas la cadena, junto a una hermosa y rubia niña de unos seis años sentada a tu lado para hacerte la mejor de las compañías.

Salir del restaurant con un café en la mano y respirar profundamente el aroma de la madera de pino recién cortada junto a decenas de aserraderos y recordar hace unos días atrás, una profunda inhalación de incienso de un mágico ritual junto a las pirámides de Teotihuacán. Ahora, está todo listo para enfrentar uno de los caminos más recomendados de México, tan impresionante como peligroso.

Porque si te equivocas, te vas a caer…

Predestinar el trazo como haciendo una caligrafía perfecta y sentir cada curva. Observar el suelo, tan cerca de la pierna y tener la velocidad de corregir cualquier imprevisto, con los frenos, con el acelerador, con tu cuerpo, con el instinto, mientras tus manos sienten cualquier imperfección desde el volante, como si tocaran el pavimento mismo, sin hacerse daño.

Visualizar cuando hay oportunidad y poder ponerse de acuerdo con un camionero tan solo con el cruce de miradas y un corto gesto, para que avise y te permita rebasarlo en plena curva, totalmente acostado en el cerrado de la misma y acelerar al máximo, para ser sorprendido más adelante por otra curva en sentido contrario junto a un profundo abismo, tumbar rápidamente el cuerpo y sentir el vértigo de saber que, no hay cabida al error.

Porque cada curva es un desafío y cuando la moto derrapa, un poco, aunque sea pisando algunas pequeñas piedras, sientes como tu cuerpo reacciona de inmediato corrigiendo, pero dejando un frío en el alma, que avisa que estás arriesgando todo.

Porque nunca te vas a quedar por largo tiempo atascado detrás de un camión y tampoco va a haber carro que te alcance, mucho menos que te rebase. Porque mientras ellos están en su seguro habitáculo escuchando el más heavy rock, uno estará escuchando la misma canción pero mirando al cielo para ver las inmensas rocas de hasta cincuenta metros de altura que constantemente forman parte del camino. Sentir frio en los tramos de neblina y calor en los de sol mientras sigues trazando curvas, algunas en subida y otras en bajada.

Porque en carro, nunca vas a poder hacer caballito en los “policías acostados” para que los niños se emocionen y te griten o comprarle una dona a uno de los vendedores ambulantes que siempre están por ahí y llegar a una alcabala del ejercito con una mano en el volante y la otra en la dona, sin saber qué hacer.

Porque si fuera en carro, seguramente no me regalarían un chocolate en el mirador, mientras me preguntan: ¿Desde dónde? Y, ¿Por qué en moto?

Trópico de Cancer

14 julio de 2009
Lagos de Moreno - Durango
Distancia Recorrida: 533km - Total: 9828km
Clima: Sol

martes, 14 de julio de 2009

Que viva España!

12 - 13 julio de 2009
Teotihuacán – Lagos de Moreno
Distancia Recorrida:
601km

Total: 9295km
Clima: Sol

No termina el Top Ten! En esta oportunidad, si tomé parte de la pista (cuota) para llegar a Querétaro luego de visitar las ruinas de Tula. Esta vez, estatuas inmensas coronan las dos pirámides del lugar. Que variedad cultural indígena tan extensa, para que exista tanta diferencia entre un lugar y otro, separados por escasos cientos de kilómetros.
La pista un deleite, haciendo caso al Sr. Angel pague mis 44 pesos y me disfruté la vista y el manejo por una autopista como definitivamente no la hay en Venezuela (cosa que me dio rabia en cierto momento). Yo creo que la suspensión de la moto no se debe haber movido ni dos centímetros. De nuevo se me pegó atrás una patrulla de la policía Federal, unos Dodge Charger negros con una franja blanca en el medio que casi no intimidan mucho, la otra vez me siguieron como por 3 minutos, pero esta vez no me pararon mucho, eso sí, luego de una loma habían como tres patrullas más orilladas y un policía en cada canal con la pistola de velocidad y como seis detenidos. No había caída, si venías rápido en lo que te asomabas en la cima, ya era demasiado tarde. Me vieron, pero como “yo soy un tipo respetuoso de las leyes”, me dejaron seguir (lo que pasa es que la vaina esta no da más).
Luego de rodar unos cuantos kilómetros, llegué a San Miguel de Allende, pueblo colonial 100% de herencia española y aunque no supera a Puebla, mi favorito hasta ahora, me tuvo caminando como hasta las 12:00 pm por sus empedradas calles y como era domingo, hubo bailes, fiestas y gente por todo el lugar. Este pueblo en particular tiene muchos norteamericanos, que decidieron emigrar hacia este lugar. Es por ello, que haya mucho turista y academias para aprender el español.

Al salir de San Miguel continué recorrido hacia Dolores Hidalgo y León, pero ya estoy exquisito y si no me gusta el centro tal como pasó en León, pues prefiero continuar. En la vía a Dolores encontré “México Lindo”, un lugar en la carretera con venta de artesanía muy particular, parecía un museo, yo creo que estuve al menos una hora viendo cada detalle de las cosas que veía y poniéndolas en mi casa, cosa que no pasa de la imaginación, porque no hay espacio, al menos para la artesanía!
Hoy conocí mucha gente, cada vez que me paraba conocía a alguien y me ponía a conversar un rato, me pasó 4 veces en todo el día. Inclusive uno de ellos, una familia, paró el auto en medio de la calle mientras me aparcaba cerca de una plaza en Dolores y me obsequiaron unas artesanías típicas, para que me las llevara. Luego reaccioné y fui yo el que los persiguió para entregarles unos sticker.
De pueblo en pueblo llegué a Lagos de Moreno un pueblo muy tranquilo de excelente clima, aprovechare para descansar un poco.