jueves, 23 de julio de 2009

Baja California!

20 – 22 julio de 2009
Los Mochis – Baja California
Distancia Recorrida:
726km
Distancia Off-Road: 412km
Total: 11319km
Clima: Sol



Esta bitácora se la dedico a mis hermanos Jose Luis Presa, Rodolfo Zambrano y Juán Rodriguez, que tanto me insistieron que hiciera…


Al llegar al Baja Ferry y entrar en el estacionamiento, observé un grupo de moteros ya haciendo los amarres de las motos y eso me alegró ya que no estaría tan solo. Al llegar me dicen: “¿Eres el venezolano?, te estábamos esperando”. Alguien en Los Mochis les comentó que yo iba en ese mismo Ferry, así que me integré a ellos rápidamente.
Al llegar al patio superior del barco, lugar donde se acomodan los enamorados a ver el mar y las estrellas o los indigentes “colchoneta en mano” como nosotros que no conseguimos camarote, nos conocimos mejor. Son un grupo llamado “Touaregs” con integrantes de varios estados y van a hacer un recorrido Off-Road por varios lugares. Reviso con ellos el mapa mientras me invitan a acompañarlos, pero yo recorrería el sur hacia Cabo San Lucas y ellos al norte.
Al llegar a La Paz, y tardarnos casi 2 horas en salir del ferry y pasar por la revisión militar, los acompañé a una tienda de motos, ya que necesitaban hacer servicio a una moto y tener la dicha de cambiar sus llantas, pero yo tuve que seguir luego de desayunar porque mi recorrido era largo aún.
Camino de costa interesante, calor insoportable, más pueblos pintorescos y llegar a San Lucas que no me gustó y a San José del Cabo que tampoco me gustó. Son pueblos buenos para vacacionar con unos paisajes únicos, pero no era lo que quería, también porque llevaba en mente lo que estos panas iban a hacer.
La cosa está buena acá en México, ahora me consigo los amigos por la calle, como en Venezuela. Al llegar a un semáforo temprano en la mañana, me alcanza un carro y el pana Tito Navarro me pega un grito que de vaina me tumba de la moto del susto. Nos orillamos para saludarnos y entre tantas cosas le comentó mi descontento. Me preguntó que quería hacer, conocer pueblos o algo de “terracería” y me aconseja que me vaya a la costa y que suba por toda ella hasta La Paz. Como el camino es mucha arena hizo unas llamadas a ver si alguien tenía una llanta de cross aunque fuera a media vida, pero nada.
Igual le dije que me dejara en la salida que me llevara a la costa, era más el fastidio de rodar otra vez por carretera y querer hacer algo diferente, que no tener llanta. Me ofreció su número telefónico por si acaso algo pasara y listo me fui para mi costa.
Al entrar, un camino largo y recto de tierra con mucha piedra suelta me da la bienvenida. Tener precaución con la llanta sería una constante que me acompañaría a partir de ese momento, pero estaba convencido de querer estar ahí. En una de esas zonas irregulares, busco sacar la moto hacia la orilla de la carretera y me doy cuenta que es arena. Para los que no sepan mucho de esto, la arena siempre es un tema porque hace perder mucho el control de la moto.
La moto iba bien, pero no estaba dócil adelante, por el contrario, se me dormían las manos tratando de mantenerla, pero era mejor que ir por el camino de piedras, hasta que en una de esas que uno se detiene a descansar, me acuerdo que tengo bien alta la presión de los cauchos. Decido bajar un poco el delantero, dejando el de atrás igual.
Lo que pasó después de eso no sé cómo describirlo, El Angel literalmente flotaba en la arena y mientras más rápido iba, más seguro me sentía sin importar que tan suelta estuviese la arena. Eso sí, no había tiempo de pensar en nada más que en la vía ya que la concentración debía ser absoluta. Todo un camino bordeando la costa azul y transparente del Mar de Cortés entre casas y hoteles de playa, iba demasiado inspirado.
Al llegar de nuevo a La Paz, me voy directo a la tienda de motos en donde me había despedido de mis amigos, para lubricar la cadena ya que me había atascado en un arenal pero tan profundo que el caucho casi no se veía. Les pregunto por el otro camino y me dicen que está un poco rudo y que con esas llantas me va a costar mucho ya que no hace mucho hicieron la carrera BAJA (Dos Mares) y la vía quedó con mucha piedra suelta sobretodo en algunas subidas. Definitivamente no quería saber nada de hotel, me metería a ver que tal y si se ponía muy rudo, acamparía y me regresaría.
Puse gasolina y salí huyendo del pueblo aprovechando el ímpetu que tenía, contando con que en un pueblo llamado San Juan de la Costa encontraría agua y algo de comer. Al llegar, luego de 80km de rodar, me doy cuenta que no es ningún pueblo, es una ciudad industrial llena de gandolas, es decir, solo me quedaba mi botella de agua.

Apenas entro, un cañón impresionante justo al lado de la costa me da la bienvenida y menos mal que los locos así como yo somos pocos. Iba rodando y un segundo conejo se me atravesaba en la vía, con el primero me asusté porque casi le doy por error, pero con este pensé en LA CENA! mientras enfilaba la moto para atropellarlo y ver como igual se me escapaba!
Sin agua ya, llego a un supuesto abasto en mitad de la nada, con el poniente atrás del cañón diciéndome que era hora de buscar un lugar en ese “nido de cascabeles” donde dormir. Pregunto por agua y el viejo se ríe mientras abre la nevera y me pregunta qué quiero. Toda la nevera estaba llena hasta el tope solo de cerveza, así que pedí tres de una vez de la sed que tenía, dos de una y la tercera para charlar.
Mientras pregunto si me puedo quedar a dormir allí, el amigo Fabián se acerca y me dice que es subgerente de una finca camaronera a unos 5km más adelante, que me acerque ahí, pida agua para poder bañarme y lugar donde dormir. Esa noche cené tacos, me bañé, dormí en un catre hecho de un saco de fibra en la barraca de los obreros, que no dejaban de preguntar si necesitaba algo mientras conversábamos de mi aventura. Entrada la noche, tenía algo de calor así que saqué el catre y dormí junto al Angel bajo las estrellas, es decir, justo el hotel que no quería!
Al día siguiente agarré buena vibra aventurera y decidí continuar. Al llegar a las subidas me paraba antes, trazaba la ruta mental y le daba de un solo envión hasta arriba. Las maletas llevaron dos golpes al recostar de los cerros y lo que se oía era el protector del motor llevando más piedras que una iguana en mayo. Me caí tres veces, pero las maletas ayudaban, porque la moto quedaba recostada y no caía por completo. Según las indicaciones, solo debía seguir la ruta de la competencia, unos listones rosados.
Luego de eso estaba arriba del cañón, no lo podía creer. La costa se veía abajo. Ahora solo necesitaba algún lugar donde tomarme algo. El garrafón de agua que conseguí, estaba hirviendo y una amplia carretera me incitaba a correr para celebrar. La Virgen de Guadalupe iba adelante quitando piedras rompellantas, El Angel y yo atrás a 110km/h y todos oyendo Rammstein. Al final del día estaba lleno de polvo desde las pestañas a las botas y olía a perro chiquito, por lo tanto estaba feliz.




7 comentarios:

  1. Sigo tu viaje, te deseo nuevas maravillas cada día.
    C.-

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  2. Hermano, gracias!
    Y que Dios y la Virgen te sigan quitando las "piedras" del camino!
    Un abrazo desde Panamá!

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  3. Un orgullo para Venezuela, difícil pero no imposible, cada dia demuestras mas que querer es poder y los límites te los impones tu mismo, no me queda otra cosa que FELICITARTE por ese logro, y como dijo jhonny que la Virgen te siga quitando las "piedras" del camino.

    PAAAAAAATA!!!! Alaska te espera!

    Mucha suerte Hermano y seguimos en contacto.

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  4. Así es, estoy de acuerdo con el comentario de Jose luis, eres un orgullo venezolano y una muestra de que quien quiere puede! Te admiro luis.. Sigue adelante!!! Se te quiere, se te admira y se te extraña...

    jajaja no comiste conejo??
    Éxito y pa lante es paya! YA FALTA MENOS ;)

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  5. hola soy el teto del grupo touaregs mexico un gusto conocerte
    nuestro relato por la baja este en motoviajeros.com

    http://motoviajero.com/foros/viewtopic.php?f=4&t=256
    saludos

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  6. Que bien que siempre te animaste a subir por San Juan de la Costa, te enviamos un mensaje, creo que al final ibas detras nuestro, Nosotros dormimos en San Evaristo, para el día siguiente llegamos a Cd. constitución.

    Jeronimo
    Grupo Touaregs

    P.D. Hay que tener fibra para aguantar un viaje de proporciones continentales.
    Saludos y hasnos saber cuando estes de regreso por México.

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  7. Saludos hermano soy de los que nos encontramos en el ferry d la paz, buen viaje y cualquier cosa ya tienes nuevos amigos en Mexico D.F.
    www.motoviajero.com/foros

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