Mt. Rainier-Seattle!

4 agosto de 2009

Willits - Silver Lake- Seattle
Distancia Recorrida: 1159/516km
Total: 16026km
Clima: Sol

Salí de Willits atravesando pueblos antiguos, llenos de construcciones con fuerte herencia del lejano oeste, alternando con zonas de espeso bosque de inmensos pinos, del Redwood Nat. Park., tan altos que en muchos casos, perdía la señal satelital del GPS.

Antes de llegar a Seattle, decido visitar el Mont Rainier por lo que nuevamente desvío el rumbo para conocer algunos lugares nuevos e interesantes. El día empezó nublado y muy frío, luego de acampar en Silver Lake, eso hace que uno empiece el día forzando la mente a estar mejor, obviamente porque además luego de largas jornadas, el camping no es como que la mejor opción para recuperar el cuerpo, sobretodo, precisamente porque el frío hace de las suyas en los huesos durante la noche. Uno debe esperar a que el sol aparezca antes de salir de la carpa. Afortunadamente el sol apareció y me pude sentar un rato en el muelle a tomar un poco de calor mientras desayunaba un café y un croissant.

Al empezar el camino veo que el cielo se vuelve a poner mucho más nublado y decido regresarme, pero antes entro en una gasolinera a poner combustible. Aquí me consigo a unos moteros que me dicen que siga, que hacia aquellos lados hay buen sol. A mitad de camino me desvío al sur hacia el volcán St. Helen y en uno de los miradores conozco a Mike que anda en su KTM Adventure 950 con quien compartí esa parte del recorrido, conocí también a Barbara que rodaba sola en su BMW650 quien se ofreció en guiarme por Seattle, cuando llegue.

Yo no entendía el porqué de tantos troncos tirados por todos lados en las montañas y en el lago. Pero Mike me explicó que la última erupción fue hace 29 años, y acabó con medio valle de una manera impresionante. Así que cuando íbamos de regreso ya veía la cosa de otra manera, se podía ver como la naturaleza, poco a poco recuperaba y renovaba el paisaje.

Al llegar de nuevo a la intersección que me lleva al norte me despido de Mike y continuo mi viaje ahora con una pareja de esposos en dos BMW en un camino de curvas excelente, me uní a ellos y nos alternábamos los puestos disfrutando del camino. Es impresionante la cantidad de mujeres que manejan moto y que viajan en USA. Las he visto montadas desde Harleys hasta Todo Terrenos y siempre en cada grupo hay al menos dos o tres, aunque es muy común verlas rodar en solitario.

Al entrar al Mt. Rainier entendí que Dios me estaba dando mi regalo de cumpleaños un día antes. No pasaban 10 minutos rodando sin tener que pararme a admirar algo del lugar. Los lagos y ríos con aguas del deshielo que pronto terminará, las montañas nevadas, los caminos llenos de venados y caribúes mientras me acercaba más y más al pie del Rainier. Al llegar, veo el sendero que lleva a la base de la montaña y comienzo la caminata de 4 millas que me llevaría hasta arriba. En ese lugar me quedé como hipnotizado (o idiotizado) viendo cualquier detalle de todo lo que me rodeaba, esperando el atardecer antes de continuar el camino a Seattle.

Yo me había propuesto pasar mi cumpleaños en Alaska, pero lo que yo hice hoy se ha convertido sin dudas en uno de los mejores que haya tenido. Pedí mi regalo; el día que Dios me lleve, ojalá tenga la dicha de que en mi último suspiro mi cerebro se confunda y pueda recordar el aroma de estas montañas sentado frente al Salto Ángel. Algunos pensarán que soy un pavoso, pero ese día va a llegar y prefiero pensar en eso en algunas y eventuales ocasiones, así me acuerdo que tengo cosas aun por hacer.Por ahora voy a hablar con mis hijas, luego salir y conocer Seattle, descansar, tomar un café y ver a la gente en la calle mientras me como un dulce y me disfruto uno de mis habanos que me dio Rodolfo! en mi cumpleaños 38.