Norte!

14-16 agosto de 2009
Fairbanks – Prudhoe Bay - Fairbanks
Distancia Recorrida: 1667 km
Total: 23235 km
Clima: Lluvia - Sol

Llegada a Prudhoe Bay, el punto en el continente americano con carretera más al norte, de acá en adelante no hay más que hielo.

DIA 1 (14 agosto)
Todo empieza cuando me dirijo a un taller Yamaha para comprar la cadena. El gerente de servicio ve mi cadena y decide que es mejor cambiarla aunque concuerda que es mejor no reemplazar con la que yo traigo porque lo que viene es muy rudo, que mejor al regreso cambiamos todo.

Salgo con mi cadena nueva, pero el piñón tiene un buen desgaste así que es obligatorio hacer servicio a mi regreso. Obviamente, está lloviendo mucho en Faribanks, pero con todo y eso me decido y comienzo el viaje.

Llego al desvío y un espeso barro comienza a llenar las ruedas y guardafangos, impidiendo tener el control de la moto. El denso lodo se acaba y comienza un resbaloso fango que impide tomar mucha velocidad, pero se puede ir adelantando poco a poco.

Luego de rodar un tramo, llego al Círculo Polar Ártico, ahí conozco a Martha y Guy y decido pernoctar en camping con ellos. Me dan cobija, almohada, cena y desayuno. Me regalan algo que a futuro seria insustituible, unos guantes de invierno, en los que puedo meter mis manos con los guantes de enduro y tener el grip y la rapidez necesario para hacer los cambios o frenar, cosa que no puedo hacer con los guantes de invierno que compré.

Descansé muy bien esa noche pero empezando a recoger las cosas comenzó un aguacero que hizo que todo lo guardara mojado.

DIA 2 (15 Agosto – Borrador original de la bitácora de esa noche, que decidí dejar sin cambios)

Km 150 Llegada a Coldfoot último punto con gasolina, mientras estoy ahí, dos motos mas van también al norte. Me doy cuenta que en algún punto del camino se cayó la colchoneta de acampar.

Km 300 En la vía me consigo 4 más, dos de ellos se quieren devolver (uno se cayó sin mayores consecuencias), esta vaina realmente está muy ruda. El radiador de la moto está absolutamente cubierto de una gruesa capa de barro, la visibilidad por el casco es casi nula por la niebla y cuando pasan los camiones, se debe visualizar un buen tramo adelante porque el visor quedará absolutamente cubierto de barro. Extensas zonas de ripio recién patroleado, hacen que uno pierda en muchas ocasiones el control de la moto.

Km 370 La lluvia es imposible, el frio comienza a quebrarme los labios aunque tenga bloqueador y pasa montaña. Me consigo a un séptimo compañero en un V-Strom detenido brincando a un lado de la vía para calentarse. Yo los alcanzo o adelanto porque voy muy liviano comparado con ellos tanto en moto como en carga y porque prefiero, no detenerme.

Km 500 comienza el ascenso del Atigum Pass, punto más elevado del recorrido registrando 1476msnm. En menos de 20km se sube y se baja por un empinado camino de curvas 600 metros de elevación con nieve a ambos lados de la vía. Luego de eso comenzará un infierno.

El intenso frio en Aticum Pass hace que el cuerpo pierda calor y ahora el camino se enfila al norte con una fuerte brisa lateral que llega a los huesos, sin importar las 3 capas de ropa que llevo. Por segundos sale el sol y me detengo a orinar y tomar agua. Me pasa el V-Strom.

Km 550 Vuelvo a pasar al V-Strom, y quiero aclarar algo, no es competencia simplemente hago estas acotaciones por lo que sigue a continuación. Comienza otro ascenso, el frío es muy fuerte y el cansancio en hombros cuello y piernas es muy intenso. Al subir la cuesta la cadena empieza a saltar y la moto le cuesta mucho subir, pero lo logro. En ese momento estoy con la gasolina justa para llegar (150 km) y devolverme sería un destino incierto ya que 270km me separan de Coldfoot.

Igual decido devolverme en un Stop por reparación de vía, tenso la cadena, vacio el bidón en el tanque y emprendo el regreso. Había visualizado varios campamentos de cacería y pediría algo de gasolina, un galón bastaba. Llego a un campamento y van por gasolina. En eso me alcanza el V-Strom, luego de conversar un breve momento me anima a seguir, ahora se llama “Danielito” de California (así se presentó y habla español). Llegamos al “Stop” de nuevo, hay alerta de nevada en Aticum Pass y cerrarán el paso si esto ocurre, mientras esperamos pasan como 40 minutos, me doy cuenta que no llega ninguna otra moto. La cadena dejó de sonar así que continuamos juntos.

Ahora nos detenemos juntos cuando vemos algo de sol como para imaginarnos que no hace tanto frío. Yo no tengo frenos atrás así que ya no hace falta rectificar el disco cuando monte las nuevas. Danielito salió con pastillas nuevas, van por la mitad.

Km 700 Se comienza a ver civilización a los lejos, pero faltan infernales 50km de intenso frío y lluvia. Vamos en un promedio de 35-40 km/h, más que eso es perder el control en el barro y más frio que soportar.
Km 750 (8:00pm) Llegada a Deadhorse Una sola foto, ninguno de los dos celebra. Llegamos al Hotel Prudhoe Bay y conseguimos afortunadamente habitación. Fuimos a cenar y estaban cerrando la cocina, yo le digo al chef que nos de cualquier cosa que haya sobrado de lo que prepararon. Nos dice que esperemos y prepara un par de platos con pollo y arroz y no nos cobraron.

Llegamos al punto más al norte con carretera en nuestro continente, se llama Prudhoe Bay y está a algo más de 500km al norte del Círculo Polar Ártico. Con mucho esfuerzo y mucha resistencia salimos 8 y llegamos 2 y si hubiera llegado uno, no hubiese sido yo. El termómetro que Daniel tiene en su moto, registro 2 grados Celcius en algún punto del camino.

Todo lo que hicimos hoy, habrá que repetirlo mañana para regresar. Creo que la celebración será al comienzo de todo.

DIA 3 (16 agosto)
Nos encontramos fuera de la habitación mientras comenzamos a cargar las motocicletas.
L: ¿Dormiste bien?
D: ¡No mucho, pensando en el regreso!
L: Yo tampoco dormí mucho. ¿Nevó?
D: Si
L: ¡Coño que vaina! ¿Cerraron la vía?
D: No, ¡Está abierta y mejor nos vamos!

Salimos de Deadhorse a las 8:00am con mucho frio (7 grados Celcius) y una intensa neblina. Al poner gasolina, aproveché de pedir una manguera y lavar bien el radiador, por lo menos para que ruede algunos kilómetros limpio.

Yo no sabría describir lo que pasó a continuación. A no más de 50 km se perdió la neblina y un fuerte sol iluminaba ya, todo el valle, solo cuatro pequeñas nubes se veían en el horizonte. Todo lo que ayer era barro, hoy era polvo y podíamos rodar entre 90 y 100km/h absolutamente tranquilos. Las montañas recién nevadas, muchas otras bajo un cielo azul intenso y animales de todo tipo corriendo de un lado a otro, realmente un espectáculo gracias a Dios. ¡Así es la vida!

Hicimos en 8 horas lo que ayer nos tomó 13 horas. Me gustan mucho los retos, eso es algo que aprendí de mi madre, pero juro que si ayer me hubiese devuelto, nunca me hubiese arrepentido.