domingo, 9 de agosto de 2009

Un peloncito!

7-8 agosto de 2009
Vancouver Island (CAN) – Algún lugar
Distancia Recorrida:
1617km
Total: 18556km
Clima: Sol - Nublado


Me quedé en un hotel en Nainamo e hice reservación para volver esa misma noche. En principio la idea era llegar a Port Hardy y tomar un ferry a Prince Ruppert, bien arriba en Canadá pero hablando con David y averiguando el precio para hacer la reserva, me enteré que costaba 600 dolares y la ruta era nocturna. Yo no voy a pagar ese precio por dormir en un Ferry o estar despierto y no poder ver nada del paisaje durante 16 horas. Por eso me quedaría en Nainamo y tomaría el ferry hasta la ciudad de Vancouver, en tierra firme.

Ese día estaba nublado, salí vía Uclelet y Toffino, dos costas al sur con excelentes caminos entre las montañas. Para ser sincero las costas no es que me llamaron mucho la atención, lo que si me gustó es que pude comer el Halibut, pescado en Alaska mientras veía a los pescadores llegar con sus barcos luego de la pesca. En Uclelet la cosa cambia un poco, es un pueblo surfista y se disfrutaban esas playas tan frías que yo ni siquiera me quitaba el casco. Por eso es que cuando van a Los Roques se quedan allá de por vida.

Regreso a Nanaimo y entro al ferry a buscar información y me dicen que uno zarpará en media hora, así que compré el boleto y me puse de primero en la fila a esperar. José Luis desde Caracas me asistió para buscar coordenadas de dos o tres hostales en la ciudad y teniendo los puntos en el GPS solo restaba esperar.

Uno comete errores en esta vida y este estuvo feo. Llegué a Vancouver, una ciudad inmensa y me fui directo a buscar mis hostales. Dos ubicados como en el centro rumbero con gente caminando sin camisa, borracha y la policía vuelta loca por todos lados con sirenas, poniendo orden mientras el de la puerta del hostal se fumaba un cachito. Otro al lado de un burdel, sin estacionamiento y más o menos el mismo problema con la policía.

Pregunto por algunos hoteles y me voy de una vez a buscar que encuentro (11:00 pm). TODOS estaban full, había tres eventos importantes en la ciudad, sin contar con la época de vacaciones. Media ciudad me la conocí completica mientras buscaba hoteles y trataba de salir de un embrollo cuando me perdía entre las calles. Me paro en una plaza, abro mi mapa y veo que a 180km de la ciudad está Whistler, echo gasolina y me voy de ahí.

Carretera nocturna, sin luna, oscura y con muchos tramos en reparación. Por los anuncios puedo ver que es un camino espectacular, lleno de puntos de interés y miradores, pero no puedo hacer nada, solo rodar. Paso dos pueblos y aun sigo sin poder conseguir hotel, hostel o motel y al llegar a Whistley a las 3:00am me quedo loco con la infraestructura. Un pueblo espectacularmente renovado, que se prepara para las olimpíadas de invierno del 2010, con unos hoteles y unas edificaciones asombrosas, con inmensas esculturas y tótems tallados en madera por todo el pueblo. Todo un espectáculo!

Solo un problemita, el hotel más barato es el Holiday Inn y me cuesta sólo 650 dólares. Gasolina y seguir rodando mientras pienso con rabia que si me hubiera quedado en la isla hubiera disfrutado de todo esto de día. La policía tiene un procedimiento más adelante, no me pararon pero si me preguntaron si todo bien y respondí que sí (claro, recién me había tomado una jarra de café), me aconsejaron que no corriera y que tuviera cuidado con los alces en la vía, que pesan 500 kg. y que el coñazo no va a ser normal.

Seguí rodando toda la noche, al llegar el amanecer me di cuenta que no estaba bien, tomaba las curvas por los dos carriles (ida y venida) y hacía mucho por estar despierto, luchando de paso con el frio, recuerdo que varias curvas me sorprendieron mientras agitaba el casco para despertar. Reaccioné y me acordé que una amiga me había mandado un mail ese día y decía que “particularmente hoy”, me cuidara mucho. Inmediatamente busque donde dormir, no me importaba si era prohibido o no, pero afortunadamente encontré un lugar destinado a acampar a escasos kilómetros.

Esto no es “juego de carrito” para el que todavía está pensando que solo escribo y me pasan “cosas lindas”, acá un pelón puede llegar a costar mucho y esta lección ya no se me va a olvidar.

Lo juro que batí un record, en 10 minutos estaba el campamento armado y creo que en 15 ya estaba dormido. Cuando me desperté luego de dormir casi tres horas eran las 9:00am, estaba junto a un río espectacular y junto a una montaña de mármol. Me metí en el río que estaba a la temperatura perfecta por casi media hora, me preparé un café de los que me agarro de las habitaciones del hotel, por si acaso una emergencia y eso fue suficiente para rodar y completar 1617 km en 28 horas casi continuas de manejo, algo absolutamente innecesario.

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