sábado, 6 de junio de 2009

Empezó la lluvia!

6 junio de 2009
Pamplona – San Gil
Distancia recorrida:
228km – 9 hrs

Total: 1229km
Clima: lluvioso



Me levanté muy temprano y ordené lo pendiente de la motocicleta antes de partir. Al principio de cada viaje es más propenso poder perder algo, ya que aún uno no se acostumbra a poner cada cosa en su sitio y memorizarla, a tal punto, que si algo no está en su lugar o falta, uno puede darse cuenta de inmediato. Ya logré poner cada cosa donde debe ir, espero que no se pierda nada, ya que se lleva lo justo y particularmente eso fue lo que traté de hacer en este viaje.

Amaneció lloviendo en Pamplona, y en ese lugar y en adelante, el frio puede ser un tema. Estando en Caracas hice una combinación de ropas que me permitiera andar cómodo en clima caliente (que es la mayoría del viaje) y poder vencer el frio al menos hasta llegar al norte de América, en donde si necesito resolver, puedo comprar algo idóneo sin tener que estar paseando eso durante todo el trayecto.

Comienza un día de viaje por una sinuosa carretera que atraviesa la cordillera este de Colombia. En una curva me consigo un charco de diesel que se prolonga por varios kilómetros, lo cual me hace estar muy precavido, y en los tramos húmedos, podía ver como esta mancha se regaba casi por toda la vía. Esto lo pone a uno bajo mucha tensión muscular, por más que quiera, la moto va cargada y no es el mismo manejo que en condiciones normales. Si a esto le sumamos la densa neblina, tenemos todos los ingredientes para una innecesaria caída.

El frío comienza a hacerse notar a medida que voy ascendiendo, pero al llegar al punto mas alto, el clima cambió, y el sol ayudó a que el termómetro no bajara de los 12⁰C. En Berlín aprovecho de completar el tanque de gasolina y comprobar mi autonomía, la cual alcanzó los 400km. El tanque de acá en adelante va vacío, hasta que alguna ruta me exija llenarlo o para ahorrarme algo de dinero entre un país y otro (tal como fue este caso).

Al bajar a Bucaramanga, pase la ciudad sin pararme y pedí ayuda a los motorizados, para salir sin complicación vía San Gil. Afortunadamente manejé como me gusta, por las curvas que van al Cañón del Chicamocha. El colorido de este cañón es único y es el segundo más grande en el mundo luego del Gran Cañón del Colorado en USA. Una parada en el parque Chicamocha para montarme en el nuevo teleférico, antes de continuar vía San Gil, ya que tiempo me sobraba. Este camino me trae muchos buenos recuerdos, porque es el mismo que hicimos Juan y yo para el programa Frontera-Sur de Sun Channel, que aún es transmitido por este canal los martes a las 7:30pm.

Al salir del Chicamocha me cayó toda el agua del mundo, es como el Monzón, pero colombiano. Llegué a San Gil y no pude detenerme donde mis amigos, tuve que seguir al hotel. Si me hubiese parado, no me hubiese querido montar otra vez para terminar de llegar a la posada. Veremos como amanece ya es de noche y el cielo está absolutamente despejado con una luna llena espectacular.

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